lunes, 12 de octubre de 2009

Jornada continua, ocio y educación

.
Un artículo publicado en El País.com señala que cinco países del continente asiático se encuentran entre los 10 mejores del informe Pisa de la OCDE en matemáticas y ciencias, y dos en lectura.

“Si Andreas Schleicher, el director del informe, advertía en un trabajo de 2006 que Europa estaba perdiendo frente a EE UU y Japón la carrera de la economía del conocimiento, que pasa necesariamente por la educación, sin duda hay que sumarle la competencia cada vez mayor de otros países asiáticos emergentes, como China, India, Taiwan, Corea del Sur o Singapur.”
.
Y mientras los alumnos del continente asiático mejoran su educación, ¿qué hacen los alumnos en España?
.
El fracaso escolar en España es uno de los más elevados de los países de la OCDE; cada vez, más menores hacen uso de todo tipo de sustancias tóxicas para disfrutar de su tiempo libre, aumenta el consumo de alcohol en la vía pública y se producen incidentes como los que recientemente tuvieron lugar en Pozuelo de Alarcón.

Y esto me hace pensar que, antes de elegir un modelo de jornada escolar, las familias deberíamos reflexionar sobre la conveniencia de que los niños y los jóvenes tengan todas las tardes libres para disfrutar del ocio. ¿No sería mejor para su educación que se concentraran en sus estudios y pasaran unas horas cada tarde en sus centros educativos?
.
Resulta alarmante el porcentaje de fracaso escolar en las comunidades que tienen implantada la jornada continua en la mayoría de sus centros. Y si este horario no está demostrando su efectividad, ¿por qué implantarlo?
.
Mail enviado por J. A. C.

3 comentarios:

Enrique dijo...

A mi juicio, en el tema de la jornada escolar, deberían prevalecer criterios pedagógicos.

¿Cuáles son los argumentos pedagógicos de la jornada continua?

Sólo encuentro uno: el supuesto aumento del rendimiento de los niños por la mañana; el problema es que no existe ningún estudio científico riguroso que lo demuestre, ni que concluya que la jornada continua sea mejor para la educación de los niños.

Todos los demás argumentos de la jornada continua no son pedagógicos: conciliar la vida familiar y laboral (siempre y cuando el horario laboral de los padres lo permita), evitar dos desplazamientos al centro, tener las tardes libres para el ocio y las actividades extraescolares (si los padres pueden pagarlas), mejorar la organización del centro...

En España, la jornada continua prioriza el tiempo libre y el ocio, y creo que este modelo perjudica a la educación de los niños.

una madre preocupada dijo...

Estudiando muchas horas seguidas es más difícil mantener la atención, sobre todo si la materia no interesa al alumno, y si el maestro o el profesor no consiguen captar la atención de sus alumnos. Además, hoy en día, la oferta de ocio es muy amplia. Si unos jóvenes no están motivados para estudiar o, si desde primaria han ido acumulando retraso y una vez en el instituto les cuesta seguir en clase, es probable que prefieran pasar las tardes con sus amigos, delante del televisor, chateando en la red o jugando con videojuegos, antes de ponerse a estudiar, hacer deberes o leer.

Ricardo dijo...

Creo que la jornada continua se sigue implantando porque a pesar del alto porcentaje de fracaso escolar en aquellas autonomías en las que se implantó este horario hace años, los docentes insisten en que es mejor para la educación de los alumnos. Y las familias suelen confiar en la opinión de los maestros de sus hijos.