lunes, 5 de octubre de 2009

Los conocimientos le han restado espacio al ocio

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Mientras en España se está generalizando la implantación de la jornada escolar continua, me llama la atención el artículo "Con el paro, a estudiar" que publica hoy El País. Según este artículo, muchos jóvenes se están dando cuenta que sin estudios es difícil encontrar un empleo y deciden volver a estudiar:
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Aprender los primeros acordes de guitarra puede esperar… Los conocimientos le han restado espacio al ocio... .......... Ya todo el mundo sabe que sin formación las opciones de trabajar se reducen…

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Así que me pregunto: ¿Es realmente necesario que los niños tengan todas las tardes libres y hagan tantas actividades extraescolares? ¿No sería mejor para su educación que dedicaran unas horas por las tardes a estudiar?

En Andalucía, Baleares o Canarias, la mayoría de los centros educativos tienen implantada la jornada escolar continua, pero son unas de las comunidades con mayor fracaso escolar de España. Las escuelas privadas en cambio mantienen la jornada partida y sus alumnos obtienen muy buenos resultados.

Yo creo que la prioridad para los niños es conseguir una buena formación. Es fundamental que en primaria adquieran unas sólidas bases y unos buenos hábitos de estudio para poder seguir sin dificultades en secundaria y evitar el fracaso escolar.

De momento, los datos demuestran que en España, tener todas las tardes libes no es un horario eficaz para evitar o reducir el fracaso escolar.

Mail enviado por Pablo H.

10 comentarios:

Erica dijo...

Me parece una interesante reflexión. Yo creo que hemos dado demasiado tiempo libre a los jóvenes y que ellos no han sabido provecharlo. En vez de estudiar y hacer deporte, muchos pasan las tardes deambulando con sus amigos (favoreciendo la iniciación a hábitos nocivos como el consumo de alcohol y de otras drogas), chateando por internet, mirando programas de televisión que no siempre son adecuados para ellos o jugando con videoconsolas. En definitiva, con el horario continuo, creo que los jóvenes pasan más tiempo divirtiéndose que estudiando.

Manuel G. dijo...

Yo creo que es un error dejar a los niños y a los jóvenes todas las tardes libres. El estudio es un hábito. Si un alumno no estudia con regularidad, tendrá retraso en clase, y si no consigue recuperarlo, este retraso se irá incrementando y es cuando aparece el fracaso escolar.

La jornada escolar partida me parece un horario más adecuado porque el ritmo es más pausado y los chavales dedican una parte de la tarde a estudiar. Además están rodeados por profesionales y otros niños y jóvenes de su edad.

Alfonso dijo...

Un post muy acertado. Coincido con los mensajes anteriores. Un saludo.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo. Lo primero son los estudios, después la diversión. Los alumnos deberían dedicar más tiempo al estudio que al ocio, porque su futuro depende de ello.

Lucía dijo...

Si el horario continuo realmente aumenta el rendimiento de los alumnos y mejora su educación, no debería haber tanto fracaso escolar en Andalucía.

Niko dijo...

Los datos son ciertamente preocupantes. Creo que la prioridad para los niños deben ser sus estudios. El horario partido se adapta mejor a esta necesidad: se priorizan los estudios y después queda tiempo para jugar y divertirse. No me parecen necesarias tantas actividades extraescolares todas las tardes, que además suponen un coste elevado que no todas las familias pueden pagar.

Anónimo dijo...

En estas Comunidades el fracaso escolar es muy elevado, así que no creo que la jornada única sea un buen horario para la educación de los alumnos. Los niños tienen posiblemente demasiado tiempo libre que no aprovechan bien y sería mejor que dedicasen un rato por las tardes a estudiar.

Un padre preocupado dijo...

Por las mañanas Educación y por las tardes “telebasura”, diversión con los amigos, video juegos, messenger, facebook, botellones…

¿Cómo van a mejorar los resultados si los jóvenes pasan más tiempo divirtiéndose que estudiando?

Fran dijo...

Lástima que no se pueda volver a la jornada partida como en los colegios privados. ¡Qué le vamos a hacer!

Anónimo dijo...

Ayer, después de hablar con una de mis alumnas (15 años), ella me confesó que pasa las tardes en el sofá de su casa. Me prometió hacer un esfuerzo para levantarse y estudiar un poco más por las tardes.