jueves, 5 de febrero de 2009

Cambio de horario escolar, ¿por dónde empiezo?

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La mayoría de los padres no somos expertos en educación y cuando el año pasado nuestro centro nos propuso cambiar la jornada escolar, me planteó un serio problema. Tener que decidir la jornada escolar de mis hijos era mucha responsabilidad, y durante unos meses mi mujer y yo tuvimos que convertirnos prácticamente en especialistas sobre el tema para poder tomar la decisión más acertada.

La pregunta que el centro nos planteaba era la siguiente: "¿está de acuerdo con el cambio de horario?"
En este debate, los principales interesados son los niños: van a la escuela para aprender y formarse. Después de reflexionar sobre el tema, llegué a la conclusión que la pregunta no estaba formulada correctamente y que ésta debería ser mucho más concreta:

¿cree que este nuevo horario será más beneficioso para el aprendizaje de sus hijos que el horario actual?

Para averiguarlo, recopilamos información sobre el tema de los horarios escolares. En internet encontramos muchos artículos de prensa y sobre todo opiniones a favor y en contra de un y otro horario escolar. Pero queríamos analizar el tema, no prejuzgarlo.

Así que lo mejor que podíamos hacer era leer el proyecto, para determinar si el horario que nos proponían era efectivamente una mejora para la educación de nuestros hijos. Nuestro proyecto estaba estructurado de la siguiente manera: A) se propone el cambio de jornada escolar, B) para conseguir una serie de mejoras respecto al horario actual, siendo las principales:

  1. el rendimiento,
  2. las actividades extra escolares
  3. la conciliación de la vida familiar y laboral

Cuando terminé la lectura del proyecto, me di cuenta que éste no estaba completo:

  1. Por una parte, faltaban los estudios que demostraban que el rendimiento aumentaba con el cambio de jornada. En internet encontramos la opinión de unos expertos que aseguraban que no había nada concluyente sobre el tema (más información en el post: El proyecto y el rendimiento escolar). Tampoco se encontraban los planes de acción con los objetivos de mejora que se pretendían alcanzar, ni los plazos para lograrlo, ni los responsables de conseguirlo.
  2. Respecto a las actividades extra escolares, los autores del proyecto no incluyeron una información esencial: ¿cómo se iban a conseguir todas estas mejoras que llamaban "objetivos"? Estos objetivos eran muy interesantes, sobre todo las actividades gratuitas, pero en ningún momento el proyecto precisaba ¿qué gestiones se habían realizado para garantizar que estas mejoras se podían efectivamente realizar? ¿quién las había hecho? ¿quién sería la persona responsable para conseguirlas? ¿cómo estaba previsto hacerlo? ¿con qué medios? ¿en qué plazo? ¿cómo se garantiza la continuidad de esta oferta en cursos siguientes?... una información indispensable para poder valorar la propuesta, porque sin los estudios y la planificación correspondientes que demostraban que estos objetivos se podían alcanzar, todas estas mejoras eran solamente teorías. En realidad, el proyecto decía: "teóricamente, si implantamos el nuevo horario escolar, conseguiremos estos objetivos". El tema era demasiado serio e importante para tomar una decisión en base a unas teorías por muy interesantes que fueran. Así que redacté una lista de preguntas para plantear en la reunión informativa e intentar conseguir respuestas.
  3. En lo que se refiere a la conciliación familiar y laboral, en el proyecto también faltaba el estudio según el cual la jornada continua era una demanda social. En nuestro caso, mi mujer trabajaba a media jornada y no representaba ningún problema. Pero desde un punto de vista pedagógico, consideramos que nuestros hijos mantendrían mejor la atención estudiando con un ritmo más pausado de mañana y tarde, que concentrando los estudios por la mañana.

Reconozco que la reunión informativa fue un poco decepcionante, porque no conseguimos respuestas a todas nuestras preguntas:

  • los autores del proyecto no pudieron facilitarnos una pequeña bibliografía para ampliar la información referente al rendimiento y la mejora pedagógica,
  • no pudieron enseñar el estudio ni la planificación para conseguir los objetivos que se habían marcado,
  • no pudieron facilitar información alguna sobre las actividades gratuitas, quién o cómo se iban a subvencionar, por qué importe, ni durante cuantos años...,
  • no tenían prevista ninguna alternativa en el caso de que no se pudieran conseguir las actividades gratuitas, lo que planteaban un serio problema a las familias con recursos económicos más limitados,
  • algunos padres llegaron a la conclusión que para implantar actividades extraescolares gratuitas, como por ejemplo el apoyo a los alumnos con dificultades de aprendizaje, no hacia falta cambiar la jornada escolar ya que se podía hacer perfectamente con la jornada escolar actual.

En conclusión, el proyecto no demostró que el nuevo horario fuera realmente mejor para el aprendizaje y la formación de nuestros hijos que el horario actual. Este fue el motivo principal por el que la mayoría de los padres rechazaron finalmente la propuesta. De todas maneras, los autores del proyecto siempre podían mejorarlo y volver a presentarlo. En cambio, una vez implantado el nuevo horario escolar hubiera sido imposible volver al horario anterior (encontraréis una explicación en el post El horario escolar experimental, ¿una buena alternativa? publicado por un colaborador de este blog).

Un año después de esta experiencia, tengo todavía muchas dudas. Por una parte, si tan bueno era este horario, ¿por qué la mayoría de centros privados oferta la jornada partida? Lo más curioso, es que después de asegurarnos que se conseguirían las actividades extraescolares gratuitas, de momento nuestro centro no ha ampliado la oferta y no hay ninguna actividad gratuita.

Finalmente, pienso que los padres no deberían ser los responsables de determinar qué horario escolar es más beneficioso para los alumnos. Para defender y proteger los intereses de los menores, sería mejor que la jornada escolar fuera objeto de una regulación general.

Enviado por Alberto

Actualización 22/02/10:

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena entrada. Ayuda a encontrar el camino a padres no expertos.