domingo, 7 de junio de 2009

¿Quién defiende los intereses de los menores?

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En apariencias, la legislación actual permite a los padres defender los intereses de sus hijos en lo que respecta la jornada escolar, porque teóricamente el proceso debe ser democrático. Pero en la práctica, los padres no pueden defenderlos. La ley actual otorga a los docentes la supervisión de todo el proceso de información y de votación para implantar la jornada continua en los colegios, y no tiene previsto ningún mecanismo de control para asegurar que el procedimiento es efectivamente democrático. Si los padres se quejan de posibles anomalías en el proceso, nadie interviene para aclarar la situación.

No sería un problema si los intereses de los docentes y de los alumnos fueran los mismos.
Pero para una mayoría de docentes, la jornada continua responde a un deseo legítimo de mejorar su horario laboral. Y para muchas familias, la jornada partida es más adecuada para la educación de sus hijos.
Mientras tanto, la Administración hace sólo hace de árbitro.

Si los padres no pueden, entonces ¿quién defiende los intereses de los menores en este debate?
Mail recibido al correo electrónico del blog.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es una buena pregunta. Estaría bien que alguien de nuestra Administración la respondiera.

Beatriz dijo...

Si se implanta la jornada continua y es para el bien de los niños, adelante.
Y si los docentes de paso mejoran su horario laboral, también está bien.
Pero si en realidad el horario continuo no mejora los resultados académicos de los menores, ni reduce el fracaso escolar, ¿por qué implantarla?
¿Por qué concentrar los estudios de unos niños y adolescentes por la mañana, si después muchos estarán toda la tarde en la calle dando vueltas con sus amigos, perdiendo el tiempo delante del ordenador o de la televisión, porque sus padres no disponen de la logística o de los recursos económicos necesarios para llevarlos a actividades extraescolares?

Juan dijo...

Desde hoy en el instituto de mis hijos los alumnos ya no tienen clase. Ahora a los que les ha quedado alguna asignatura pendiente, les toca estudiar en casa y volver a pasar el examen dentro de una o dos semanas.

Pero, si un chaval no aprobó la primera vez, es muy posible que haya alguna cosa que no ha entendido. Entonces, en vez de dejarlo sólo estudiando en casa, porque no se hacen clases de refuerzo durante las semanas de junio para ayudar a estos chavales a aprobar?

¿De hecho, qué hacen los profesores en junio?